La Habana, capital de la República de Cuba, es la ciudad más poblada del país, su principal puerto, centro económico-cultural y uno de sus polos turísticos más destacados. Fundada en 1514, fue una de las primeras ocho villas establecidas por la Corona Española en la isla. Su herencia histórica, arquitectónica y cultural, resultado del mestizaje entre europeos, africanos y aborígenes, así como de otros aportes étnicos y culturales contemporáneos, la convierten en un destino turístico internacional de gran relevancia.
El centro histórico de La Habana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982, conserva uno de los conjuntos arquitectónicos coloniales mejor preservados de América Latina. Entre sus monumentos más emblemáticos destacan la Catedral de La Habana, la Plaza de Armas, el Castillo del Morro, el Museo de la Revolución, el Palacio Nacional de Bellas Artes, el Gran Teatro de La Habana, el Capitolio, la Plaza de la Revolución y el icónico Malecón, uno de los símbolos más reconocidos de la ciudad.
Pero, más allá de sus monumentos, lo que hace única a La Habana es su vida cotidiana. Sus calles rebosan energía entre coches americanos clásicos restaurados, moto-taxis y la mezcla inconfundible de ritmos musicales, sonrisas y conversaciones improvisadas. La Habana es colorida, diversa, colonial, bulliciosa, emocionante y alegre. Es una ciudad que, sin duda, ofrece una experiencia única.